Los celíacos intentan que los hosteleros de la ciudad ofrezcan en los bares menús sin gluten

04.04.11 | Orihuela (Alicante)

El punto de información de Acecova trata de conseguir un acuerdo con los restauradores para impartir cursos sobre la enfermedad y cómo elaborar los platos

El punto de información de Orihuela y la Vega Baja de la Asociación de celíacos de la Comunidad Valenciana, Acecova, estima que alrededor de 247 familias de la comarca sufren en uno de sus miembros celiaquía. Aunque su presidente, Jesús Salinas, confiesa que la población cada vez es más consciente y se muestra solidaria en relación a las personas que padecen esta enfermedad crónica declara que su lucha persigue conseguir, entre otras cosas, que los restaurantes tengan menús aptos para celíacos «pero que también sean adecuados para el bolsillo». En este sentido, explica que Acecova se ha puesto en contacto con la Asociación de Hosteleros de Orihuela para impartir unos cursos sobre la enfermedad y cómo elaborar platos para celíacos y que los restaurantes de la zona ofrezcan menús sin gluten.

El 1% de la población sufre esta enfermedad, sin embargo, el 80% desconoce que la padece. Esta anomalía es una intolerancia al gluten, una proteína presente en trigo, cebada, centeno, avena, triticale, espelta y kamut que provoca que el intestino no absorba bien los nutrientes. Normalmente esta enfermedad conlleva la pérdida del apetito, diarrea crónica, distensión abdominal, alteraciones en el carácter y retraso en el crecimiento. Una vez que el especialista mediante una biopsia intestinal dictamina a un paciente que sufre celiaquía, se presenta ante éste una nueva forma de vida a la que se tiene que adaptar y asociaciones como Acecova están dispuestas a asesorarle y ayudarle.

Para que un celíaco pueda llevar un ritmo de vida normal y pueda olvidarse de los síntomas que provoca su trastorno tiene que seguir una dieta totalmente estricta que no contenga nada de gluten. Los únicos alimentos que puede comer sin ningún problema son las verduras, hortalizas, legumbres, leche, yogur, carne, pescado y arroz y maíz. Pero el resto de productos que consuman tienen que carecer de esta proteína «y estos productos tienen un sobrecoste», explica Salinas.

El presidente de la sede local de Acecova indica que una persona celíaca gasta 1.500 euros más al año en alimentación que una sana. En relación a este asunto comenta que en su familia la sufren, ya que esta enfermedad es hereditaria, su hijo y su mujer «y el gasto se nota cuando tienes que salir a comer a un restaurante o a comprar al supermercado». Asimismo se queja de que en otros países el estado entregue ayudas a las familias que tienen miembros que padecen la enfermedad «y aquí en España no se contempla el gasto que genera la anomalía como ocurre con la diabetes».

Por esta razón intentan que cada vez sean más los lugares que ofrezcan productos sin gluten a un precio más bajo «como ocurre en los dos establecimientos de Telepizza de la ciudad con los que hicimos un curso de manipulación de alimentos y ahora tienen pizzas sin gluten al mismo precio que las demás», declara.

Desde que el punto de información de Acecova se implantó en Orihuela han conseguido también que Herbolería La Rosa venda los productos de la panadería José María García de Alicante que no contienen gluten o que el Bar Marily y el Pub Swing disponga de cerveza sin esta proteína. En este sentido, Salinas señala que la pizzería Via Venetto disponía desde antes de la instauración del colectivo de carta de pizzas sin gluten y ensaladas.

Esta asociación que su función es orientar a los diagnosticados a través de charlas informativas, ayudarles a conseguir la guía de alimentos aptos para celíacos elaborada por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España y sobre todo luchar por conseguir que la Vega Baja disponga de establecimientos con productos sin gluten y los restaurantes ofrezcan platos sin esta proteína, se encuentran elaborando otros proyectos para conseguir que la vida de los celíacos sea más fácil.

Además de entablar conversaciones con la asociación de hosteleros, intentan realizar un convenio con los ayuntamientos de la comarca y la sede de Desamparados de la Universidad Miguel Hernández para que en el momento que alguien empiece a elaborar alimentos sin gluten en la ciudad sean controlados por un grupo de profesionales «y verdaderamente demuestren que éstos carecen de la proteína». Los salarios serían abonados por los consistorios de la zona.

Por otro lado, quieren conseguir que en los campamentos de verano haya menú apto para celíacos y que los establecimientos con de recreo infantil, un niño celíaco pueda celebrar su cumpleaños sin ningún miedo. En definitiva un sin fin de medidas que «consigan integrar a los celíacos y que no vivan apartados de la sociedad como ocurre actualmente».