Oviedo, L. Á. VEGA
El eurodiputado socialista Antonio Masip se dirigió en días pasados a la ministra de Defensa, Carme Chacón, para informarse del caso de la ovetense Tamara Díaz, la joven que fue expulsada hace dos años del Ejército, dos días antes de jurar bandera y después de dos meses de instrucción, tras descubrirse que sufría de celiaquía.
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Tamara Díaz, en la plaza de la Gestade Oviedo |
Tras conocer el caso de la joven, Masip se sintió muy implicado, al considerar que, aparentemente, se trataba de una discriminación intolerable.
El jefe de Gabinete de Carme Chacón remitió poco después una carta al eurodiputado en la que se le explicaba que la enfermedad celiaca se encuentra entre los motivos de exclusión del Ejército. En la carta se señala que, de no haberse detectado antes del ingreso y haber aflorado posteriormente, es motivo igualmente de expulsión. «No podemos hacer nada», reconoció el eurodiputado Masip tras recibir esta comunicación.
Tamara Díaz presentará en breve un recurso contencioso-administrativo contra la decisión del Ejército de impedir su ingreso al conocer que sufría la enfermedad celiaca. La joven considera que el Ejército consiente excepciones, como la alimentación especial para los soldados musulmanes o aquellos que sufren sobrepeso, por lo que no entiende que se la excluya por la intolerancia al gluten. Más aún después de haber demostrado durante dos meses de instrucción y durante las pruebas físicas de acceso que era apta para desarrollar la profesión militar. Tamara Díaz, en caso de no poder entrar en el Ejército, querría ser policía.
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