La Asociación Celíaca de Melilla instaló ayer una mesa informativa en la plaza Menéndez Pelayo, donde, además, se recogieron firmas
Con la instalación de una mesa informativa en pleno centro de la ciudad, la Asociación Celíaca de Melilla (Aceme) que preside Elena Samper celebró ayer sábado el Día Nacional del Celíaco que este año se ha conmemorado bajo el lema 'Contra la discriminación por enfermedad'. Precisamente ése fue el hilo conductor del manifiesto que Samper leyó junto a la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, y el viceconsejero del área, Hassan Dris.
En dicho manifiesto, Samper señaló que los celíacos se ven sometidos a tres discriminaciones básicamente. Por un lado, la diagnóstica, por cuanto quienes padecen intolerancia al gluten no presentan síntomas propios, lo que provoca que de media se tarda unos tres años en diagnosticar la dolencia y ello pese a que existe un protocolo de diagnóstico precoz. Por ello, desde Aceme se pide una mayor implicación por parte de la Sanidad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de la celiaquía. La segunda discriminación es de tipo social y es que los celíacos encuentran numerosas dificultades a la hora de comer en los comedores escolares, en las universidades o en los colegios mayores, así como en restaurantes, lo que dificulta sus relaciones sociales. Por último, está la discriminación económica, por cuanto los productos sin gluten son mucho más caros. De hecho, una familia con una persona celíaca gasta 1.516 euros al año más en la lista de la compra. La recogida de firmas se realizó para, en lo posible, intentar concienciar a la ciudadanía de que esa discriminación tienda a desaparecer.
Por su parte, la consejera Garbín anunció que, además de seguir apoyando a Aceme en todas las campañas que lleve a cabo, se va a suscribir un convenio de colaboración para la adquisición de unos aparatos que sirven para detectar si los alimentos contienen gluten.
Por la tarde en el PEC tuvo lugar una conferencia a cargo del gastroenterólogo Javier Martín-Vivaldi y del psicólogo Daniel Ventura.
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