Recetas sin rastro de gluten 'made in' Castilla-La Mancha

27 - 5 - 2011 Albacete

 

Salud Pública edita veinticinco platos aptos para celíacos

Ser celíaco significa hacer la compra armado de paciencia, buscando los alimentos que no te hacen daño; ir a los restaurantes cruzando los dedos o simplemente como mero observador; gastar hasta 1.500 euros anuales más que el resto de los castellanomanchegos sólo en comer y, en definitiva, sobrevivir en un contexto en el que todo lleva gluten y tú no puedes ni probarlo. Éste es el lado negativo, el positivo es que esta intolerancia cada vez es más conocida, tanto por las administraciones como por la sociedad. Así, el presidente de Asociación de Celíacos de Castilla-La Mancha, Fernando Pozuelo, presentaba ayer en Albacete el manual 'Recetas sin gluten', con 25 platos de la tierra elaborados sin trigo, cebada y centeno, ingredientes prohibidos para estos enfermos.

 

Pozuelo explicó ayer que la autora del recetario, Verónica Reolid, ha recurrido a un elemento imprescindible, la harina de los celíacos, hecha de maíz. Ésta es mucho más cara que la de trigo, ya que puede costar hasta 7 euros el paquete, pero el problema es que los resultados con un recetario normal no eran buenos, los bizcochos, por ejemplo, se bajaban. En el sencillo manual de Reolid, las recetas son fáciles de hacer y el resultado es bueno. Además, se atreve tanto con el dulce como con los platos salados.

Apoyo institucional

Pozuelo quiso recordar que la iniciativa del recetario, avalado por la Consejería de Salud y Bienestar Social, surgió de una conversación con la directora general de Salud Pública, Berta Hernández, la misma que ayer quiso invitar a representantes del mundo de la hostelería a la presentación del manual. Y es que, si bien cada vez hay más interés por los platos para celíacos, incluidos ya en los comedores escolares, no todos los bares y restaurantes saben cómo deben tratar a estos clientes.

 

No hay que olvidar que la Escuela de Hostelería de Albacete forma en estos momentos a cocineros preparados para enfrentarse a éste y a otros muchos retos. Si se tiene en cuenta que uno de cada cien niños es celíaco, está claro que miles de familias demandarán menús sin gluten.